Según el Informe Mundial sobre el Desarrollo de los Recursos Hídricos (ONU, 2021) el uso de agua dulce se ha incrementado en un factor de seis a lo largo de los últimos 100 años y esto se debe al crecimiento de la población, el calentamiento global y al desarrollo de las economías.
El agua es un recurso esencial para la vida humana, los animales y los ecosistemas, por lo que su escasez generaría diferentes problemas tales como la inseguridad alimentaria, enfermedades y muerte ecosistémica (animales y vegetación).
Durante muchos años se ha hablado de las diferentes formas en las que podemos impulsar el uso responsable del agua en nuestros hogares y sociedad. Entre ellas se consideran el reuso del agua de lavanderías, la mejora de instalaciones sanitarias del hogar, la concientización sobre el gasto de agua innecesaria, etc.
Sin embargo, también es importante conocer las cantidades de agua que consumen las diferentes actividades económicas que se desarrollan en los países. En Latinoamérica y el Caribe, la demanda de agua para la agricultura equivale al 70%, con variaciones entre países; un 19% para fines domésticos y un 11% para las industrias, entre ellas la minería (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, 2015). Por consiguiente, para obtener la sostenibilidad del recurso hídrico, es necesario reconocer su importancia como tema primordial en políticas de gestión sostenible.
De esta manera, lo que se busca es la implementación de diferentes ideas y tecnologías que fomenten, desde los gobiernos, el desarrollo de políticas del agua en los diversos sectores productivos de un país.
A continuación, se mencionan alguna de ellas:
Desde WES impulsamos la innovación y desarrollo de soluciones tecnológicas que ayuden a la recopilación, análisis e intercambio de datos, de tal forma que faciliten el monitoreo y gestión de los recursos hídricos durante la ejecución de los diversos proyectos.
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